En una intensa jornada de fútbol, Boca Juniors se enfrentó a Estudiantes en el Kempes, un partido que dejó a muchos seguidores en estado de shock tras la eliminación de su equipo en la Copa de la Liga. Diego Martínez, el entrenador del Xeneize, y Juan Román Riquelme, el presidente del club, ofrecieron sus impresiones sobre lo sucedido en el encuentro.
El desencanto de Diego Martínez
Diego Martínez expresó una profunda frustración tras el partido. “Muchas sensaciones. Bronca, impotencia. Sensación de injusticia. Me parece que el equipo hizo un gran partido, sobre todo el primer tiempo”, comentó el entrenador. Destacó que Boca Juniors no estaba sufriendo durante el segundo tiempo y que las decisiones arbitrales, como la expulsión y el penal, jugaron un papel crucial en el desarrollo del juego.
“El equipo lo aguantó con el corazón, con mucho compromiso, y la tristeza de los penales por haber quedado eliminado, me parece que de manera injusta”, añadió. Martínez también mencionó la importancia de seguir creciendo como equipo, enfatizando la necesidad de dominar a sus rivales en cada fase de la competencia.
Riquelme y la realidad del deporte
Por su parte, Juan Román Riquelme, con su característico pragmatismo, analizó la situación de manera más serena. “Es un juego, se gana y se pierde. Hay que felicitar a Estudiantes, se lo merece”, afirmó. Riquelme reconoció que, a pesar de haber hecho un buen primer tiempo, su equipo fue incapaz de concretar las oportunidades. “Erramos bastante y hay que felicitar a Estudiantes, que está en la final, y a Vélez también”, indicó.
El presidente tampoco se perdió en la tristeza, explicando que “el fútbol es un juego, es lindo. Se gana, se pierde, es el juego más bonito que hay”. También dejó claro que el equipo había tenido una buena actuación en el primer tiempo, lamentando las ocasiones fallidas que pudieron cambiar el rumbo del partido.
Reflexiones finales
A pesar de la eliminación, tanto Martínez como Riquelme manifestaron la necesidad de continuar trabajando y mantener la ilusión. “Teníamos la ilusión de llegar a la final. En el primer tiempo lo hicimos muy bien”, concluyó Riquelme, recordando que el fútbol, a pesar de sus decepciones, siempre brinda nuevas oportunidades para redimirse.
La salida del torneo ha dejado un vacío en el corazón de los seguidores de Boca Juniors, pero también ha encendido el deseo de que el equipo regrese más fuerte y decidido en futuras competiciones.