Tras la intensa jornada del domingo, el entrenador Diego Martínez y el arquero Sergio Romero de Boca Juniors se dirigieron a los medios para compartir sus impresiones después de una nueva edición del Superclásico argentino, un partido siempre cargado de emociones y expectativas.

Diego Martínez: Compromiso y Lucha por la Superación

Diego Martínez comenzó su intervención reafirmando su compromiso con el club: “Tengo fuerzas para seguir, pero siempre voy a querer lo mejor para Boca. Entre todos los que trabajan en el club veremos qué es lo mejor”. El entrenador subrayó la importancia de continuar luchando tanto en el campeonato como en la Copa Argentina, destacando que los resultados son cruciales para cualquier gestión.

El técnico también se refirió a la controversia arbitral que marcó el partido: “No logramos unificar criterios. Entiendo que los árbitros pueden equivocarse, pero no entiendo cómo un gol como el de River sí fue válido y este, donde es imposible que Milton mida que le va a dar en la mano, no. Era válido, si medimos con la misma vara”. Su análisis revela la frustración de muchos aficionados respecto a la consistencia de las decisiones arbitrales.

Sergio Romero: Un Reconocimiento a los Aficionados

Por su parte, Sergio Romero ofreció una disculpa sincera a los hinchas de Boca por lo ocurrido al final del encuentro. “Nadie sale a perder, me puteó y se me fue la cabeza. Recién firmé la contravención y pedí disculpas”, expresó el arquero, mostrando su carácter reflexivo y humano tras un incidente que empañó el desempeño del equipo.

Romero también analizó el curso del partido, mencionando que las cosas no salieron como esperaban en el primer tiempo: “El partido se nos hizo difícil, no encontramos el funcionamiento. Creo que en el segundo tiempo jugamos mucho mejor, creamos situaciones, pero no se nos dio el empate”. Estas emociones contradictorias revelan tanto la resiliencia del equipo como las altas expectativas que tienen sus seguidores.

Conclusión

Las declaraciones de Martínez y Romero reflejan el intenso compromiso de Boca Juniors por volver a la senda del triunfo y mantener un estándar competitivo. El Superclásico siempre deja una fuerte marca en la memoria colectiva de ambos bandos, y el deseo de superación es el motor que impulsa a los jugadores y al cuerpo técnico a levantarse y seguir adelante. Con una plantilla llena de talento y determinación, los aficionados esperan ver un Boca renovado en las próximas contiendas.